desde la aparición misma del ser humano. Siempre se ha necesitado mover algún objeto y nada
mejor que ayudarse con algo; ahí aparece el antiguo concepto mecánico básico: un asta y un
punto de apoyo para mover un objeto, y en lo posible aplicando una fuerza menor de la
necesaria si es que se intentara hacerlo en forma directa.
Actualmente ya no se habla de palancas como un sistema físico separado. Su accionar está
incluido, y corresponde en realidad, en el concepto de torque; es por ello que en los textos
actualizados no se le menciona. Sin embargo sus aplicaciones son cotidianas: el brazo
levantando la taza de café, el cortaúñas, el balancín en el juego de los más pequeños, etc.
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